


La gélida brisa del mar arrastra susurros, ecos espeluznantes de una malevolencia que ha permanecido latente durante eones. En las profundidades bajo las olas, despierta un terror titánico y su presencia penetra en las mentes de los desprevenidos habitantes del pueblo. Como insidiosas semillas en suelo fértil, la locura arraiga y transforma a estas almas desventuradas en grotescos vagabundos. Sin embargo, un grupo dispar de individuos se encuentran unidos por sus pesadillas compartidas. Deberán volver a componer las páginas dispersas del Necronomicón y sellar al Heraldo del Caos antes de que la humanidad caiga presa de las garras de la locura, es decir, de Cthulhu.
Una partida a Pequeño Gran Cthulhu consta de dos fases: traducir el Necronomicón y sellar los portales. En la primera, los jugadores deben recopilar y traducir 25 páginas y reunir las runas necesarias para intentar cerrar los portales. Mientras lo hacen, los jugadores deben también expulsar a los esbirros vagabundo del Primigenio y gestionar la locura que se cierne sobre el pueblo y ellos mismos. En la segunda, los jugadores pueden intentar sellar los seis portales, además de sus acciones normales. No será fácil, ya que el Primigenio trata de incrementar su fuerza para permanecer en esta dimensión, ¡y los jugadores intentan no volverse locos!