

"¡Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres, vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad...!" Estas palabras de la poeta Emma Lazarus son el saludo de bienvenida de la colosal diosa de la libertad que preside el puerto de Nueva York. Para mucha gente en todo el mundo se ha convertido en un símbolo de la ciudad de Nueva York, de los Estados Unidos de América y de la esperanza de libertad.
"¡Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres, vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad...!" Estas palabras de la poeta Emma Lazarus son el saludo de bienvenida de la colosal diosa de la libertad que preside el puerto de Nueva York. Para mucha gente en todo el mundo se ha convertido en un símbolo de la ciudad de Nueva York, de los Estados Unidos de América y de la esperanza de libertad.